El Viaje de Egeria es una rara joya de la literatura cristiana de la antigüedad tardía. Por afortunada serendipia Gian Battista Gamurrini halló el manuscrito en un códice latino del siglo XI mientras trajinaba los archivos de una biblioteca de Arezzo, Italia, en 1884. El texto, escrito en latín vulgar, era el epistolario de una mujer desconocida que describía locaciones y relataba acontecimientos de su viaje a Jerusalén y a otros santos lugares a unas también desconocidas destinatarias a quienes llamaba “señoras y hermanas”. Sobre la fecha del viaje y su conclusión nada se sabía, entre otras cosas, debido a que faltan algunas partes del principio y de la mitad de lo que debió haber sido el texto íntegro. Actualmente, gracias a la investigación histórica y filológica, existe el consenso de que la autora se llamaba Egeria, que era una aristócrata hispana, específicamente de la región de Galicia, y que el viaje debió ocurrir entre los años 381 y 384.
En el Viaje de Egeria podemos ver cómo esta dama hispano-romana peregrina hacia Jerusalén y desde ahí a otros santos lugares, siempre acompañada de “santos varones”, que es como denomina al clero y a los monjes, y a veces de soldados romanos que la escoltan entre las guarniciones militares apostadas en territorios conflictivos. Su objetivo era visitar todos aquellos lugares “apetecibles de ver para los cristianos”, a saber: 1) parajes del Antiguo Testamento, 2) eremitorios y monasterios y 3) los martyria; es decir, los sepulcros de los mártires y de algunos santos monjes. En cada visita Egeria y su comitiva realizaban cierto orden litúrgico de lecturas, salmos y oraciones apropiadas según el lugar sagrado en que se hallaran.
El Viaje de Egeria, por tratarse de un epistolario dirigido a personas de su confianza, es una expresión primigenia y absolutamente auténtica de su autora. Su persona se implica totalmente en el andar, conocer, pedir razón de cada cosa que ve y transmitirlo luego con toda sinceridad. Así, por ejemplo, ella misma escribe: “yo que soy un tanto curiosa”. Y luego, cuando los santos varones le indican el lugar donde hallábase la estatua de sal de la mujer de Lot, escribe con soltura que ella no vio nada de nada; y luego, como excusándose, le dice a sus señoras y hermanas: “no puedo mentiros a vosotras”. A través de las páginas del relato podremos avizorar también la sorpresa que se lleva Egeria al tener la bendición divina de poder visitar la tumba del apóstol Sto. Tomás en Edesa y la conmoción que siente al recibir de manos de un santo varón un texto con las cartas entre Jesús y el rey Abgar, que la tradición cristiana ha conservado como parte de las narraciones devotas del pueblo cristiano. También podremos verla emocionada y radiante cuando, al visitar la tumba de Sta. Tecla en Isauria, se reencuentra con su amiga Marthana, diaconisa y superiora de un monasterio femenino.
El viaje de Egeria puede dividirse en dos partes; la edición que aquí reseñamos sólo contiene la primera de ellas. La segunda parte se centra exclusivamente en describir las liturgias jerosolimitanas en las celebraciones de Semana Santa, Pascua, Pentecostés, Navidad, Epifanía y otras. Este énfasis litúrgico hizo al traductor y editor, Carlos Pascual, trabajar sólo con la primera parte, centrándose en lo más dinámico del viaje para captar la atención del lector no especializado. Al respecto, diré que, aunque sostengo que se pierde mucho al omitir su segunda parte, creo que el criterio del señor Pascual es muy razonable. El resultado es una traducción fácil de leer, que trata de reproducir fielmente la pluma veloz, andariega e íntima de la peregrina; la introducción del libro deja a cualquiera lo suficientemente capacitado para entrar en el viaje y acompañar a Egeria. Las notas del traductor son abundantes y variadas; dan detalles bíblicos, geográficos, lingüísticos e históricos. También hay una selección bibliográfica recomendada y un índice alfabético.
Recomiendo a todos la lectura de esta gran obra, un hito para ciertas disciplinas de las humanidades y el testimonio de fe de una cristiana de hace dieciséis siglos.
Pablo Sepúlveda López.
PASCUAL, Carlos. Viaje de Egeria. El primer relato de una viajera hispana. España: La Línea del Horizonte, 2017.